BUSTILLO DEL ORO

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Historia

La antigüedad de la ocupación humana de Bustillo queda patente con el hallazgo, en 1963, en el cerro de San Pelayo, de un interesantísimo bifaz o hacha de mano paleolítica, elaborada en cuarcita.

Sobre un cerro se han descubierto restos de una población castreña. Pero Bustillo es fundación medieval y se le nombra en un documento de 1131 como “Bustillo de Flavio”. Por entonces celebraba mercado, que en 1140 Alfonso VII le arrebató para concedérselo a Villacet, (Belver). En 1159 se le nombra como “Bustillo de Yaviu”.

Disponía también por entonces de un hospital para enfermos e itinerantes y dos parroquias, de las que San Pelayo llegó al siglo XVII convertida en ermita.

El monasterio de Moreruela poseía varias granjas en Bustillo, causa de litigios con el obispado de Zamora por cuestión de diezmos. A finales de la Edad Media comienza el abandono de numerosos núcleos de población a lo que contribuyó la epidemia de peste negra del siglo XIV, la primera de toda una serie que asoló estas tierras hasta el siglo XIX. Se produce una ligera recuperación en el XV, y mayor a principios del siglo XVII. El siglo XIX ve llegar el fin de los señoríos.

Puntos de Interés

En el centro del pueblo se alza, entre los edificios, la ermita del Santísimo Cristo de la Paz, construida a mediados del XVIII. Su humildad exterior contrasta con su aspecto interior donde, bajo una interesante y decorada cúpula barroca y en un retablo del mismo estilo, se cobija la imagen de un valioso Cristo del siglo XVII. Se reedifica, gracias a las limosnas, con restos de la desaparecida ermita de San Pelayo.

El cercano templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, consta de una amplia cabecera, reedificada en el XVII. Dispone de una sola nave cubierta por una excelente armadura de madera donde, junto al estilo mudéjar, se descubren influencias góticas y renacentistas que dan como resultado uno de los más interesantes artesonados de la provincia de Zamora.

La torre actual es del siglo XIX, e integra elementos de la antigua. El monumental retablo de la capilla mayor, renacentista, es obra de Antonio de Ribera.

Fiestas y tradiciones

Por carnaval, antiguamente se celebraban “las vaquillas”, una mascarada muy parecida a las de otras localidades de la provincia. Hoy siguen celebrándose los carnavales con gran animación.

En esta localidad celebran San Isidro el 15 de mayo, con misa, procesión con la imagen y, como es tradicional, la bendición de los campos.

San Juan, la noche más larga del año, el 24 de junio, se celebra con las típicas hogueras, a cuyo alrededor se reúne todo el mundo mientras que los más valientes o arriesgados, saltan por encima. Constituye un rito purificador de antiguas resonancias, que fue cristianizado por la Iglesia, asimilándolo y modificándolo.

El segundo fin de semana de agosto, los quintos organizan las coloristas y simbólicas carreras de cintas, antaño de gallos, en que cada quinto ponía el suyo y luego las madres lo cocinaban.