PRADO

Habitantes: 59

Historia

Antiguo territorio vacceo, fue ocupado por los romanos, que lo incorporaron al Convento Jurídico Cluniense. Restos de sus actividades se conservan en  “Castro Lucio”.

Los godos se instalaron en esta zona, a la que llamaron “Campi gothorum” y, tras la invasión musulmana y la aparición del reino de León, Alfonso III de León funda Prado en el siglo X, denominándosele “Pratum”, señalado en los documentos que como bastión leonés frente a los castellanos llegó a estar fortificado y a contar con cerca y castillo (siglo XIII), alzándose a poniente de la iglesia parroquial.

Desde los tiempos de Fernando II perteneció a la diócesis de León. En lo civil corrió la misma suerte que la cabeza del alfoz, provincia del Condestable de Castilla: Villalpando. Pasó a Valladolid (1780) y a mediados del siglo XIX se incorporó a Zamora.

Puntos de Interés

Dominando el contorno, se yergue el templo parroquial de Santa Marina, edificado sin duda, sobre otro anterior al que pertenecería una mesa de altar (siglo XII).

En el hueco superior de su sencilla espadaña se deja ver una campanita conocida popularmente como “el Esquilín”.

Impresiona el retablo barroco de la capilla mayor (1738), notable muestra de la escuela retablística leonesa. Destacan las tallas de Cristo crucificado, llamado “El Poderoso” (XVI) y la de Jesús Resucitado (XVII), así como una soberbia cruz de latón sobredorado (finales siglo XV) y un cáliz de plata (finales siglo XVI).

Entre las viviendas del pueblo pueden verse algunas casas blasonadas.

Fiestas y tradiciones

Celebran las fiestas de Quintos colocando el tradicional “mayo” a medianoche del día primero.

Prado se hermana en la fiesta conocida como “La Rogativa” (1 de mayo) con los vecinos de la localidad de Quintanilla del Olmo, saliendo simultáneamente (11 de la mañana) sendas procesiones con enseñas, cruces parroquiales e imágenes, desde las respectivas parroquias. Cuando se encuentran ambas comitivas, a medio camino entre sus localidades, los alcaldes intercambian sus varas de mando para continuar cada uno hacia el otro pueblo.