SAN MIGUEL DEL VALLE

Habitantes: 145

Historia

La presencia humana en estas tierras debió ser muy temprana, de acuerdo con los restos encontrados. Más tarde, en los comienzos de la historia, los vacceos, pueblo celtibérico, levantaba sus poblaciones fortificadas en los suaves altozanos, dedicándose a la agricultura de cereales.

Cuando los romanos consolidaron su dominio integraron las tierras comprendidas entre el Esla y el Duero en el convento jurídico cluniense. De su presencia en la zona da fe el hallazgo de una necrópolis tardorromana, con variados objetos fúnebres y votivos.

Posteriormente los godos se instalaron en esta zona, a la que llamaron “Campi gothorum”. Tras la invasión musulmana surgen los reinos cristianos. Alfonso III decide iniciar la repoblación de estas tierras con gentes de variada procedencia. Los primeros asentamientos parecen datar del último tercio del siglo XIII.

Perteneció primero al alfoz de Valderas y, un siglo más tarde, pasó al de Benavente. El Conde de Benavente le concedió una carta puebla (1468). Pasó a ser villa independiente del Señorío de Benavente (1738) por privilegio real. Un siglo más tarde, abolidos los privilegios señoriales, se llevó a cabo la reorganización de las provincias, pasando a pertenecer a la de Zamora.

Puntos de Interés

La Iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, construida con los materiales tradicionales de la zona: el barro en forma de tapial y el ladrillo. Entre las obras de arte que cobija mencionemos el venerado Santo Cristo de las Aguas, y el retablo mayor neoclásico.

A las afueras del pueblo se yergue un sencillo crucero pétreo.

En las riberas del Cea, junto a las ruinas de un antiguo molino se alza un viejo puente de ojos redondos y plataforma alomada, de remota e incierta época.

Fiestas y tradiciones

Honran a San Isidro (15 de mayo), con misa, procesión y bendición de campos.

Festejan a la Virgen de “La Torrica” (sábado anterior al lunes de Pentecostés), llevando en procesión la imagen hasta las orillas del río Cea, entregando el Ayuntamiento a los participantes una hogaza de pan y una botella de vino.

Festejan al Santo Cristo de las Aguas (tercer fin de semana de septiembre), con encierro por el campo, vaquillas y fuegos artificiales.