VILLALOBOS

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Historia

Es una villa de antigua historia, solar del linaje y apellido de su nombre, emparentado siempre con casas de la más alta nobleza. Rodrigo Pérez de Villalobos, a finales del siglo XII, dominaba el sector central de la frontera leonesa con Castilla por ostentar la tenencia de Villalpando, Mayorga y Toro.

Sede del señorío de los Villalobos, poseyó fortaleza con castillo y cerca, que aparece mencionada en el documento fundacional del Convento, donde se dice que se construirá junto a la puerta del burgo y que parte de sus ingresos procederán del pago del portazgo.

Gozó de fuero (1173), cuyas condiciones atrajeron a nuevos pobladores, entre ellos judíos, cuya presencia aquí está bien documentada.

En tiempos de las guerras de los Trastámaras, los portugueses e Ingleses, que cercaron Benavente, asolaron Villalobos.

Con el tiempo se convirtió en Señorío de los Condes de Villalobos, que tenían aquí su palacio señorial, más tarde convento de Clarisas.

Contó con hospital (Lazareto).

En el siglo XIX desaparecen los señoríos y se desamortizan las posesiones de la Iglesia. A mediados de este siglo se integran todas estas tierras en la moderna provincia de Zamora.

Puntos de Interés

La iglesia parroquial de San Pedro. De su interior destaca el retablo mayor, renacentista, compuesto por dieciocho tablas pintadas (siglo XVII) y una talla gótica de Cristo.

El Monasterio de Clarisas fue fundado (1348)

Al sur del pueblo se alza la ermita de La Velilla. Tiene una interesante sacristía. Su retablo barroco alberga la imagen de la Virgen titular y un crucifijo.

Villalobos conserva restos de su antigua cerca de piedra (Calle Barbacana).

Destaca la rejería de forja, en una edificación frente al convento, con un curioso rostro en una esquina. Algo más allá hay otro edificio señorial y elementos de edificios desaparecidos, integrados en otros.

Fiestas y tradiciones

Celebran la romería de la Virgen de la Velilla (4 de febrero), con misa en la ermita y refrigerio.

Festejan a San Blas (febrero) a lo largo de tres días.

Viven con gran devoción la Semana Santa, destacando la procesión del Encuentro (Viernes Santo).

Festejan a Santa Clara (11 de agosto), titular del Monasterio, durante varios días en los que no faltan todo tipo de actividades.