VILLAFÁFILA

Habitantes: 525

Historia

Sus asentamientos humanos se inician en el Paleolítico con industrias achelenses, vasos del Bronce y restos de la Edad del Hierro en las cercanías de las Lagunas.

Abundan los yacimientos romanos, posible presencia de una “villae”, donde confluían varias calzadas romanas, destacando la Fuente de San Pedro o el yacimiento de Valorio.

El descubrimiento del Tesorillo visigodo y la buena organización altomedieval en la  explotación salinera indican continuidad en la ocupación del espacio, cuya población se incrementa en el siglo IX con la llegada de mozárabes y gentes del norte. Villafáfila se convirtió en el centro de la Lampreana, aumentando el número de aldeas.

Alfonso IX entregó la villa a la Orden de Santiago en 1229. En su momento de mayor apogeo medieval, tuvo alfoz propio y contó con diez parroquias. En 1506 fue testigo de la Concordia de Vilafáfila, que finalizaba las disputas entre Fernando el Católico y Felipe El Hermoso. Los agobios financieros de Carlos V propiciaron su venta en 1542 a Bernardino Pimentel, quien uniría Villafáfila a la casa de Tábara.

A finales del siglo XIX mantenía aún tres parroquias en su territorio, con numerosos lugares despoblados por crisis demográficas y desinterés por la explotación salinera.

Puntos de Interés

Iglesia de Santa María. Antes llamada Santa María del Moral. La iglesia de Villafáfila conserva un rico patrimonio artístico que perteneció a sus numerosos templos, hoy desaparecidos.

La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila constituye uno de los referentes nacionales e internacionales en la protección de la avifauna.

En el Término de Villafáfila se encuentran: La Casa del Parque y Parque de Fauna “El Palomar”, Observatorio de aves de Otero de Sariegos y Centro de interpretación de los Palomares.

Fiestas y tradiciones

Se celebran los Carnavales (febrero), precedidos en los dos jueves anteriores de la fiesta de los quintos (Los Compadres) y la de las quintas (Las Comadres).

En Semana Santa, el Domingo de Ramos se subasta el derecho a portar las imágenes en las procesiones, que se prolongan desde el Miércoles Santo hasta el Domingo de Resurrección.

Los Quintos plantan “el mayo” el día primero de ese mes. Se festeja a San Isidro y San Isidrín (15 y 16 de mayo), con misa, procesión y bendición de campos.

Se festeja a Nuestra Señora de la Asunción (15 de agosto) y a San Roque (día siguiente), con espectáculos taurinos incluidos.